La Academia de Bellas Artes de Roma no se ha cerrado. Aquella casa no es una casa de huéspedes que ha de estar siempre dispuesta a recibir “gente”, nos dice el gran don Ramón. Cumplido ya el período de oposiciones, dentro de unos días marchará a Roma con sus nuevos pensionados el señor Valle-Inclán
- 16
- Madrid
- 27/01/1934